En primer lugar, la empresa está obligada a asegurar el accidente de trabajo con una entidad gestora o colaboradora, normalmente la Mutua, y realizar los pagos a la Seguridad Social correspondientes a las primas por este tipo de contingencias profesionales.
Además, y como paso inicial para activar el mecanismo de protección social a cargo de la entidad colaboradora, la empresa debe comunicar o notificar el accidente a la autoridad laboral, asegurarse de que el tipo de contingencia comunicada sea la correcta y, por último, investigar los Accidentes de Trabajo.